Bienvenido Papa Francisco!!

Hola a todos!!

 Antes de nada, queremos daros las gracias a todos los que estáis siguiendo nuestras andanzas por Polonia. Nos hace mucha ilusión que podáis seguir lo que hacemos. Muchas gracias por vuestros ánimos y comentarios en el blog.

Ayer fue un día sin grandes eventos pero muy intenso para nuestro grupo. Lo empezamos en Grojec, pueblo que nos acoge con la oración de la mañana.

El siguiente destino era Cracovia. Cogimos, de nuevo, el tren. Pero esta vez sin las peripecias del día anterior y con una duración del viaje más normal.

Nuestro objetivo era llegar a la Iglesia de Santa María, en la Plaza de Rynek, corazón del viejo Cracovia.

En esta Iglesia, muy unida a la vida de Juan Pablo II, dedicamos un rato a mirar dentro de nosotros mismos para culminar con el sacramento de la reconciliación. Muchos de nuestros jóvenes no están habituados a ello, pero los que pasaron a hablar con los sacerdotes volvieron con buen sabor de boca.

El resto del día lo dedicamos a visitar un poco la monumental Cracovia. Teniendo en cuenta que intentar avanzar por las abarrotadas calles del centro con un grupo grande, no es muy fácil. Hubo lugares que no pudimos visitar por estar acordonados ya que el Papa iba a pasar por allí, pero pudimos acercarnos al balcón del Arzobispado donde Juan Pablo II saludaba al pueblo cuando visitaba Cracovia, la Iglesia de San Pedro y San Pablo, el monasterio de Clarisas de San Andrés, donde nos explicaron y besamos la reliquia de Santa Kinga.

El castillo y catedral de Wawel no se podían visitar ayer, así que lo dejaremos para otro día. después tuvimos tiempo libre para visitar la ciudad por nuestra cuenta. Unos fueron a ver el museo de la fábrica de Schindler, otros al barrio judío de Kasimierz.

Emociona pasearse por las calles del barrio judío, por sus sinagogas… Por estas calles hacían su vida, reían, lloraban, jugaban, trabajan… miles de judíos antes de que los aniquilaran en el terrible Holocausto.
Pudimos visitar una de las sinagogas, la de Kupa, y allí rezamos un Padre Nuestro al Dios de Abraham para que las religiones sean un puente de unión entre los pueblos y nunca un medio para el odio o la violencia.

Mientras tanto, el Papa Francisco ya había aterrizado en Cracovia y se dirigía al castillo de Wawel para reunirse con las autoridades. Como estábamos cerca, fuimos para allí y nos pusimos a esperar su paso.

Estábamos gente de todo el mundo en un ambiente genial de fiesta.

Y, de repente, gritos, emoción…a lo lejos se acercaba el papamóvil. Tuvimos la suerte de ver al Papa a escasos tres metros de nosotros. Fue un momento muy emocionante para todos el poder ver de tan cerca al Papa. Le vimos tanto al subir como al bajar del castillo. Y, mientras tanto, intercambio de fotos con las banderas de numerosos países. Nos hace especial ilusión encontrarnos con jóvenes cristianos de países con problemas. Son un gran testimonio para nosotros.

Para finalizar el día, algunos estuvimos bailando en un festival. Fue una buena manera de terminar un día muy emocionante para todos. 

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